martes, 31 de octubre de 2023

POR QUÉ FUE CRUCIFICADO NUESTRO SEÑOR (JUAN 19:17-42) // WHY OUR LORD WAS CRUCIFIED (JOHN 19:17-42)

 


Texto áureo: "Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras" (1 Corintios  15:3).// Golden Text:—"Christ died for our sinsaccording to the Scriptures."—1 Cor. 15:3.

 

UNO de los hechos más notables de la historia es que los pueblos más inteligentes del mundo, los más civilizados, reconocen como su Líder, su Profeta, Sacerdote y Rey, a uno que admiten fue crucificado como un malhechor hace casi diecinueve siglos. Aún más notable es el hecho de que las doctrinas promulgadas en su nombre por sus seguidores hacen hincapié en el hecho de que su crucifixión era una parte del programa divino; más que esto, que su crucifixión era necesaria; que por la sangre de la cruz, por la muerte del crucificado, se efectúa la expiación de los pecados de la Iglesia y del mundo: "Él es la propiciación por nuestros pecados [los de la Iglesia], y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo". " (1 Juan 2:2) De hecho, por la providencia divina vemos que la cruz de Cristo (no los trozos de madera, sino el sacrificio hecho en ella y representado por ella) es el centro mismo de la gran salvación que Dios había preparado para nuestra raza antes de que el pecado entrara en el mundo, sabiendo de antemano que llegaría. La sentencia divina era la muerte, y ésta recaía sobre Adán y toda su posteridad. Ninguno de los condenados podía redimirse a sí mismo ni a su hermano, de ahí la disposición divina de que el Logos abandonara la condición celestial y se hiciera hombre, para poder redimir al hombre.

ONE of the most remarkable facts of history is that the most intelligent people of the world, the most highly civilized, recognize as their Leader, their Prophet, Priest and King, one whom they admit was crucified as a malefactor nearly nineteen centuries ago! Still more remarkable is the fact that the doctrines promulgated in his name by his followers lay stress upon the fact that his crucifixion was a part of the divine program; more than this, that his crucifixion was necessary; that by the blood of the cross, by the death of the crucified One, atonement is effected for the sins of the Church and of the world—"He is the propitiation for our sins [the Church's sins], and not for ours only, but also for the sins of the whole world." (I John 2:2) Indeed, by divine providence we see that the cross of Christ (not the pieces of wood, but the sacrifice made thereon and represented thereby) is the very center of the great salvation which God had prepared for our race before sin entered the world, foreknowing that it would come. The divine sentence was death, and this rested upon Adam and all his posterity. None of the condemned could redeem himself or his brother, hence the divine provision that the Logos should leave the heavenly condition and become a man, that he might redeem man.

La muerte del hombre Cristo Jesús en cualquier forma habría sido suficiente para compensar la sentencia original; pero Dios se complació en probar la lealtad de nuestro querido Redentor a él, disponiendo que la muerte fuera una prueba peculiar, una desgracia, para que la lealtad de Jesús fuera así demostrada más particularmente, tanto a los ángeles como a los hombres; y para que el Padre pudiera estar plenamente justificado al recompensarle con la más alta exaltación -muy por encima de ángeles, principados, potestades y todo nombre que se nombra-, para que todos los hombres honraran al Hijo, como honran al Padre. Fue por esta razón, entonces, que la muerte de cruz fue insinuada en las Escrituras como la más ignominiosa: "Maldito todo el que cuelga de un madero". El Apóstol implica esta ignominia añadida de la cruz en su relato de cómo el Señor dejó la gloria que tenía con el Padre, se humilló a sí mismo, tomó la forma de siervo y fue hallado en forma de hombre: "Y hallado en forma de hombre, se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo". (Filipenses 2, 7-10). Así pues, por lo que respecta a nuestro querido Redentor, esta desgracia de la cruz, que habría sido tan dura para cualquier hijo noble y particularmente para el Perfecto, se convirtió para él en un peldaño hacia la gloria, el honor y la inmortalidad, la naturaleza divina. En cuanto a nosotros, ciertamente ya ha exaltado a nuestro querido Redentor en la estimación de todos los verdaderamente suyos y guiados por la Palabra del Señor. Éstos se glorían de la fe y de la obediencia del Maestro así demostradas hasta el último grado. Somos conscientes, sin embargo, de que los Críticos Superiores y los Evolucionistas no simpatizan con ningún pensamiento semejante. Considerándose sabios, descuidan la sabiduría de lo alto, que nos instruye que sólo por este sacrificio de sí mismo nuestro Redentor presentó al Padre el precio del rescate por la vida del padre Adán y por las vidas de toda su posteridad, perdidas por su desobediencia; y que sólo por este rescate podría cualquiera de ellos alcanzar una resurrección y la oportunidad de una vida eterna en armonía con Dios.

The death of the man Christ Jesus in any form would have been a sufficiency to offset the original sentence; but God was pleased to test our dear Redeemer's loyalty to him by arranging that the death should be a peculiarly trying one, a disgraceful one, so that the loyalty of Jesus should thereby be the more particularly demonstrated, both to angels and to men; and so that the Father could be fully justified in rewarding him with the highest exaltation—far above angels, principalities, powers and every name that is named—that all men should honor the Son, even as they honor the Father. It was for this reason, then, that the death of the cross was intimated in the Scriptures as being the most ignominious—"Cursed is every one that hangeth on a tree." The Apostle implies this added ignominy of the cross in his account of how the Lord left the glory which he had with the Father, humbled himself, took upon himself the form of a servant and was found in fashion a man—"And being found in fashion a man he humbled himself unto death, even the death of the cross. Wherefore God hath highly exalted him." (Phil. 2:7-10) So far, then, as our dear Redeemer himself was concerned, this disgrace of the cross, which would have been so trying to any noble son and particularly to the Perfect One, became to him a stepping stone to glory, honor and immortality, the divine nature. As for us, it certainly has already exalted our dear Redeemer in the estimation of all truly his and guided by the Word of the Lord. These glory in the Master's faith and obedience thus demonstrated to the last degree. We are aware, however, that the Higher Critics and Evolutionists have no sympathy with any such thought. Considering themselves wise they neglect the wisdom from above, which instructs us that only by this sacrifice of himself our Redeemer presented to the Father the ransom price for father Adam's life and for the lives of all his posterity, forfeited through his disobedience; and that only by this ransom could any of these attain to a resurrection and opportunity for eternal life in harmony with God.

 

 

"CONDENARON AL JUSTO"//"THEY CONDEMNED THE JUST ONE"

 

Nuestra lección no incluye el juicio de nuestro Señor por el Sumo Sacerdote y el Sanedrín, ni su presentación ante el tribunal de Pilato, luego en Herodes y su regreso a Pilato y los esfuerzos realizados por ese gobernador romano para su liberación. Sólo cuando se temió un motín, Pilato consintió en que Jesús fuera crucificado y dio la orden para ello, lavándose al mismo tiempo las manos ante la multitud, diciendo: "Yo soy inocente de la sangre de este justo." Fue entonces cuando la multitud gritó: "Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos", y Jesús fue conducido para ser crucificado.


"Yo soy inocente de la sangre de este justo."// "I am guiltless of the blood of this just person."


Our lesson does not include the trial of our Lord by the High Priest and the Sanhedrin, nor his presentation to Pilate's court, then at Herod's and his return to Pilate and the endeavors made by that Roman governor for his release. It was only when a riot was feared that Pilate consented that Jesus should be crucified and gave the order therefor, at the same time washing his hands before the multitude, saying, "I am guiltless of the blood of this just person." It was then that the multitude cried out, "His blood be upon us and upon our children," and Jesus was led away for crucifixion.

Jerusalén ha sido destruida y reconstruida varias veces desde entonces, y los niveles de algunas de las calles son muy diferentes de lo que eran entonces; sin embargo, la Vía Dolorosa, o el "camino doloroso", todavía se señala, y también una parte de la arcada conocida como el Arco del Ecce Homo, que se cree que fue el lugar donde Pilato estaba cuando, abogando por la liberación de nuestro Señor, dijo a la multitud rabiosa: "¡He aquí el hombre! como si quisiera decir: "¿Queréis realmente que crucifique a tan noble muestra de humanidad y de vuestra raza? ¡Mírenlo! ¡Decidan ahora y por fin sobre el tema!". Que estas tradiciones están bien fundadas lo demuestra el hecho de que en tiempos bastante recientes una excavación realizada para los cimientos de una casa en el supuesto emplazamiento del palacio de Pilato reveló a una profundidad considerable una extensa porción de un pavimento de mosaico de fino trabajo como el que probablemente habría estado relacionado con un palacio; y esto se identifica a través de la declaración de Juan 9:13, que se refiere al tribunal como estando en un lugar "llamado el Pavimento". A continuación publicamos un pequeño diagrama de la ciudad, a partir del cual se puede juzgar la ruta tomada por nuestro Señor y los soldados romanos que iban a crucificarlo mientras se dirigían al "lugar de una calavera" llamado en lengua hebrea Gólgota, y en latín, Calvario. El supuesto lugar está en una colina cerca de Jerusalén, que a lo lejos tiene el contorno general de una calavera, con huecos correspondientes a las cuencas de los ojos. Los eruditos modernos están de acuerdo en este lugar, que responde bien a los requisitos generales de la narración evangélica: fuera de las murallas de la ciudad, cerca de la ciudad, en un lugar visible, cerca de una calle frecuentada, y todavía llamado por los judíos "lugar de la lapidación". La tradición cristiana del siglo V fija este lugar como el de la lapidación de Esteban.

"¿Debe Jesús llevar la cruz solo,

¿Y todo el mundo libre?"

Jerusalem has several times been destroyed and rebuilt since then, and the levels of some of the streets are quite different from what they then were; yet the Via Dolorosa, or the "sorrowful way," is still pointed out, and also a portion of the archway known as the Arch of Ecce Homo, reputed to have been the place where Pilate stood when, pleading for our Lord's release, he said to the rabid throng, "Behold the man!"—as though he would say, Do you really wish me to crucify such a noble sample of humanity and of your race? Look at him! decide now and finally on the subject! That these traditions are well founded is shown by the fact that in quite recent times excavation made for the foundation of a house on the supposed site of Pilate's palace revealed at a considerable depth an extensive portion of a mosaic pavement of fine work such as would have probably been connected with a palace; and this identifies itself through the statement of John 9:13, which refers to the judgment seat as being in a place "called the Pavement." Herewith we publish a small diagram of the city, from which can be judged the route taken by our Lord and the Roman soldiers who were to crucify him while they went to the "place of a skull" called in the Hebrew language Golgotha, and in the Latin, Calvary. The supposed site is on a hill near Jerusalem, which in the distance has the general contour of a skull, with hollows corresponding to the eye-sockets. Modern scholars are well agreed as to this site, which answers well to the general requirements of the Gospel narrative—outside the city walls, nigh to the city, in a conspicuous position, near a frequented thoroughfare, and still called by the Jews the "place of stoning." Christian tradition from the fifth century fixes this as the place of the stoning of Stephen.

"Must Jesus bear the cross alone,

And all the world go free?"

Formaba parte de la costumbre de estas crucifixiones que el culpable cargara con su propia cruz; y así leemos que Jesús cargó con la suya hasta que, desfallecido por la tensión nerviosa de las veinticuatro horas precedentes, sin dormir y probablemente con muy poco alimento, y sometido a un gran esfuerzo y agotado por los golpes, se hundió bajo el peso de la cruz. Si por un lado pensamos en el hecho de que era perfecto, podríamos suponer que habría tenido más fuerza; pero por otro lado debemos recordar que el hombre en su perfección no era necesariamente un gigante en tamaño o un Hércules en fuerza. Todo lo contrario; estas condiciones anormales son las expresiones, los resultados de las imperfecciones. Podemos suponer que un espécimen perfecto de nuestra raza combinaría las mejores cualidades de mente y cuerpo representadas tanto en el macho como en la hembra, y que la delicadeza, el refinamiento y la elegancia con una fuerza moderada deberían estar más cerca de nuestra concepción de la perfección. Así ocurre con las frutas y las verduras; las frutas más grandes son con frecuencia las más toscas; las perfectas no son ni demasiado grandes y toscas ni enanas. Nuestra raza parece haber abandonado la perfección hasta tal punto que la mayoría son demasiado delicados o demasiado toscos. Además, en el caso de nuestro Señor debemos recordar que había estado sacrificando su vida durante tres años y medio; que la vitalidad había estado saliendo de él para la curación de toda clase de enfermedades. Esta pérdida tendería a debilitarlo. En otras palabras, había estado muriendo durante tres años y medio y ahora iba camino del Calvario para terminar el asunto de entregar su vida en armonía con la voluntad del Padre.

It was a part of the custom of these crucifixions that the culprit must bear his own cross; and so we read that Jesus bore his until, faint from the nervous strain of the preceding twenty-four hours, without sleep and probably with but little nourishment, and under great strain and exhausted from the beating, he sank under the weight of the cross. If on the one hand we think of the fact that he was perfect, we might suppose that he would have had more strength; but on the other hand we should remember that man in his perfection was not necessarily a giant in size or a Hercules in strength. Quite to the contrary; these abnormal conditions are the expressions, the results of imperfections. We may suppose that a perfect specimen of our race would combine the best qualities of mind and body represented in both the male and the female, and that delicacy, refinement and elegance with moderate strength should be nearer to our conception of perfection. Thus with fruits and vegetables; the largest fruits are frequently the coarsest; the perfect are neither over-sized and coarse-grained nor dwarfs. Our race seems to have left perfection to such a degree that the majority are either too delicate or too coarse. Furthermore, in our Lord's case we are to remember that he had been sacrificing his life for three and a half years; that vitality had been going out of him for the healing of all kinds of disease. This loss would tend to weaken him. In other words he had been dying for three and a half years and was now on his way to Calvary to finish the matter of surrendering his life in harmony with the Father's will.

Algunos de los discípulos de nuestro Señor eran espectadores (Juan, por lo menos, era uno de ellos), y verdaderamente habrían estado encantados de llevar la cruz por él. Debemos suponer que se vieron impedidos de ofrecer sus servicios por miedo a que se les considerara como una interferencia con los oficiales de la ley. Sin embargo, en la emergencia, los soldados encontraron a un paisano en la ruta a quien obligaron a llevar la cruz tras Jesús. Esta expresión pudo significar caminar tras él, para aliviarle de parte de la carga; o pudo significar que él llevara toda la carga mientras el Señor caminaba delante. Pero sabemos que esta tarea impuesta a Simón era un privilegio muy precioso. ¡Cuántos de los seguidores del Señor desde entonces casi le han envidiado la oportunidad que disfrutó! La tradición dice que Simón acabó por hacerse cristiano, que su nombre era conocido por el apóstol Juan y también la parte del país de donde procedía. La mención de los nombres de sus hijos corrobora la tradición.(Marcos 15:21)

Some of our Lord's disciples were onlookers (John, at least, was one), and truly they would have been glad to bear the cross for him. We must suppose that they were hindered from proffering their services by fear of being considered as interfering with the officers of the law. However, in the emergency the soldiers found a countryman on the route whom they compelled to bear the cross after Jesus. This expression might have meant to walk after him, to relieve him of part of the load; or it might have meant for him to carry all the load while the Lord walked on before. But we do know that this enforced task upon Simon was a very precious privilege. How many of the Lord's followers since have almost envied him the opportunity enjoyed! Tradition says that Simon ultimately became a Christian, that his name was known to the Apostle John and also the part of the country whence he came. The mention of the names of his sons gives strong corroboration to the tradition.—Mark 15:21.

 

 

Mientras simpatizamos con nuestro Señor y pensamos en cómo habríamos disfrutado ayudándole a llevar su cruz, no debemos olvidar a este respecto dos privilegios que nos ha concedido. En primer lugar, nos dice que si queremos seguirle como discípulos suyos, podemos compartir con él el llevar la cruz de este tiempo presente: "El que quiera ser mi discípulo, que tome su cruz y me siga". Entonces, después de creer en el Señor, y ser justificados por la fe, y tener paz con Dios, y realizar el perdón de nuestros pecados, se nos invita a hacer una consagración completa de nosotros mismos, a tomar nuestra cruz, a cruzar nuestras propias voluntades y hacer la voluntad del Señor, que es la voluntad del Padre que lo envió. ¿Apreciamos suficientemente el privilegio de tomar nuestra cruz cada día? ¿Seguimos llevando la cruz? ¿Nos hemos propuesto, por la gracia del Señor, seguir llevándola hasta el final del camino, hasta que, como él, podamos decir: "Consumado es", la obra que se nos ha encomendado, el privilegio de dar testimonio de la Palabra de verdad con la palabra y con la conducta diaria?

"El que quiera ser mi discípulo, que tome su cruz y me siga"// "Whosoever will be my disciple let him take up his cross and follow me."


While sympathizing with our Lord and thinking how we should have enjoyed helping to bear his cross, we should not forget in this connection two privileges which he has provided for us. First, he tells us that if we would come after him as his disciples we may share with him in the bearing of the cross of this present time—"Whosoever will be my disciple let him take up his cross and follow me." Then, after believing on the Lord, and being justified by faith, and having peace with God, and realizing the forgiveness of our sins, we are invited to make a full consecration of ourselves, to take up our cross—to cross our own wills and to do the will of the Lord, which is the will of the Father which sent him. Do we appreciate the privilege enough thus to take up our cross daily? Are we still bearing the cross? Is it our resolution that by the Lord's grace we will continue to bear it to the end of the journey, until like him we shall be able to say, "It is finished"—the work given us to do, the privilege of bearing witness to the Word of truth by word and by daily conduct?

La segunda forma de llevar la cruz es ayudar a los demás que, como miembros del Cuerpo de Cristo, son sus representantes en el mundo. Cuando veamos a alguno de ellos con cruces demasiado pesadas para llevar, cruces bajo las cuales probablemente se hundirá o ya se ha hundido, pensemos en el Maestro y en cómo codiciamos el privilegio de ayudarle a llevar sus cargas, y oigamos su voz asegurándonos que lo que se hace a uno de sus discípulos más pequeños en su nombre, se le hace a él. ¡Oh, cuántas palabras de ayuda significaría esto para muchos de los agobiados y débiles del Pequeño Rebaño del Señor! ¡Oh, cuántas copas de bondad implicaría! ¡Cuánto daría de alegría y consuelo a algunos de aquellos a quienes el Señor reconoce como miembros de su Cuerpo! Así como un miembro de nuestro cuerpo ayuda a otro miembro en apuros, así sucede en el Cuerpo de Cristo. Todos los miembros deben sostenerse unos a otros, fortalecerse unos a otros, consolarse unos a otros, refrescarse unos a otros y, en general, prepararse unos a otros para la gloriosa consumación de nuestras esperanzas en el Reino.

The second way of crossbearing is to help others who, as members of the Body of Christ, are his representatives about us in the world. When we see any of these with crosses too heavy for them to bear, crosses under which they will likely sink or have already sunk, let us think of the Master and of how we coveted the privilege of helping him to bear his burdens, and let us hear his voice assuring us that what is done unto one of the least of his disciples in his name is done unto him. Oh, how many helpful words this would mean to many of the burdened and the weak of the Lord's Little Flock! Oh, how many cups of kindness it would imply! How much it would bring of cheer and comfort to some of those whom the Lord recognizes as members of his Body! As one member of our body assists another member in distress, so in the Body of Christ. All the members are to bear one another up, strengthen one another, comfort one another, refresh one another, and generally to make one another ready for the glorious consummation of our hopes in the Kingdom.

 

UNA MIRADA AL CRUCIFICADO// A LOOK AT THE CRUCIFIED ONE

Se enumeran numerosos detalles relacionados con la crucifixión. La hora era la tercera, las nueve, según Marcos, pero la sexta o el mediodía según Juan. La discrepancia se explica por la falta de exactitud oriental; o Marcos puede haberse referido al hecho de que la sentencia fue pronunciada en la tercera hora, mientras que el registro de Juan tiene que ver con el momento en que nuestro Señor estaba realmente en la cruz, después del lento viaje, la fijación a la cruz, y la elaboración y la fijación de la tabla que indica la acusación contra nuestro Señor, "Este es Jesús de Nazaret, el Rey de los Judíos", y luego el posterior levantamiento de la cruz con Jesús en ella, todo lo cual ocuparía un período bastante considerable de tiempo, probablemente cerca de tres horas.

Numerous details connected with the crucifixion are enumerated. The time was the third hour, nine o'clock, according to Mark, but the sixth hour or noon according to John. The discrepancy is accounted for by the oriental lack of exactness; or Mark may have referred to the fact that the sentence was pronounced in the third hour, while John's record has to do with the time when our Lord was actually on the cross—after the slow journey, the fastening to the cross, and the making out and attaching the board indicating the charge against our Lord, "This is Jesus of Nazareth, the King of the Jews," and then the subsequent raising of the cross with Jesus on it, all of which would occupy quite a considerable period of time, probably nearly or quite three hours.

Los dirigentes judíos estaban decepcionados con la pancarta que aparecía en la cruz, indicando el crimen por el que había sido ejecutado el culpable. Protestaron por ello, negando que Jesús fuera el Rey de los judíos. Pero el Gobernador se negó a alterar el asunto; y sin duda lo redactó especialmente como una reprimenda para ellos, pues percibía que por envidia, por malicia, le habían entregado a Jesús para la muerte. Ahora quería avergonzarlos. Todas las multitudes podían leer la inscripción, pues según la costumbre estaba escrita en tres lenguas: en hebreo, la lengua del pueblo; en latín, la lengua del gobierno, y en griego, la lengua de los letrados de aquel tiempo. Así, a pesar de sus enemigos, Jesús crucificado fue proclamado Mesías. Sin embargo, ¡qué extraño! ¡Un Mesías crucificado! ¡Qué diferentes son los caminos y los medios de Dios para alcanzar un objetivo de los caminos del hombre! En verdad, como los cielos son más altos que la tierra, así sus caminos son más altos que los nuestros. Si Jesús no hubiera muerto, si no nos hubiera redimido del pecado, lo más que habría podido hacer como rescatador habría sido ayudar al hombre a llevar una vida más razonable y mejor, pero no a la vida eterna, que se había perdido por culpa de Adán y que no podía recuperarse sino mediante una redención. Sin embargo, según el plan divino, el que se humilló a sí mismo para redimir al mundo es ahora altamente exaltado por el Padre a su propia diestra de poder y dignidad, y dentro de poco, como Rey de Israel y Rey de todo el mundo, se revelará para derrocar la maldad, elevar la justicia y ayudar a los débiles, los pobres y los ignorantes, para bendición de todas las familias de la tierra, según la promesa. -Génesis 12:3.

The Jewish leaders were disappointed with the placard which appeared on the cross, indicating the crime for which the culprit had been executed. They protested about it, denying that Jesus was the King of the Jews. But the Governor refused to alter the matter; and doubtless he worded it especially as a rebuke to them, for he perceived that for envy, malice, they had delivered Jesus to him for death. He would now shame them. The multitudes could all read the inscription: for according to custom it was written in three languages, in Hebrew, the language of the people; in Latin, the language of the government, and in Greek, the language of the educated of that time. Thus in spite of his enemies, the crucified Jesus was proclaimed the Messiah. Yet how strange! A crucified Messiah! How different are God's ways and means of accomplishing an object from man's ways! Truly, as the heavens are higher than the earth, so are his ways higher than our ways. Had Jesus not died, had he not redeemed us from sin, the most that he could have done as a ransomer would have been to assist man to more reasonable and better lives—but not to eternal life, which had been forfeited through Adam and which could not be recovered except through a redemption. Under the divine plan, however, he who humbled himself to redeem the world is now highly exalted by the Father to his own right hand of power and dignity, and shortly, as the King of Israel and the King of all the world, he will reveal himself to the overthrow of wickedness, to the uplifting of righteousness, and to the assistance of the weak and the poor and the ignorant, for the blessing of all the families of the earth according to the promise.—Gen. 12:3.

Nuestro Señor fue hecho compañero de ladrones. Los dos crucificados con él, uno a cada lado, eran probablemente miembros de la banda de Barrabás, y probablemente eran considerados por el pueblo más o menos como héroes. En cualquier caso, no se nos ha informado de que el pueblo se burlara de ellos. Así debe ser con los seguidores del Señor hasta el día de hoy. Debemos recordar que nuestro Maestro y su causa son impopulares; que los sabios e influyentes del mundo se opondrán a nosotros, como se opusieron a él, y que esto es conforme a su Palabra y al principio sobre el que se desarrolla el plan divino, a saber, que si queremos reinar con él, también debemos sufrir con él. No se dan detalles de la crucifixión, y podemos alegrarnos de ello, porque la imagen que se sugiere a la mente es lo suficientemente horrible sin ningún detalle incidental, y el hecho de que cuatro escritores registraran las principales características de la ejecución, pero no dieran ningún detalle de la crucifixión en sí, está en total acuerdo con el tratamiento general de tales asuntos en la Biblia, tan diferente de lo que normalmente sería el curso de un narrador. Ian MacLaren sugiere:-

"No hubo muerte tan cruel como la de la crucifixión, porque el prisionero moría no por la pérdida de sangre ni en un breve espacio de tiempo, sino por la agonía prolongada de las heridas abiertas, la circulación detenida en las extremidades, la tensión del sistema nervioso y la opresión del corazón y del cerebro. Durante cinco largas horas Jesús soportó este dolor de nervios desgarrados, de sed intensa y de cuerpo atormentado y cerebro palpitante."

Our Lord was made a companion of robbers. The two crucified with him, one at either side, were probably members of the band of Barabbas, and were probably considered by the people as more or less of heroes. At all events we are not informed that any jests or jibes were hurled at them by the people. Thus it must be with the Lord's followers to this day. We must remember that our Master and his cause are unpopular; that the learned and influential of the world will be opposed to us, as they were to him, and that this is according to his Word and to the principle upon which the divine plan is being worked out, namely, that if we would reign with him, we must also suffer with him. Crucifixion particulars are not given, and we may be glad of it, for the picture which suggests itself to the mind is horrible enough without any incidental details, and the fact that four writers recorded the main features of the execution, but gave none of the details of the crucifixion itself, is in full accord with the general treatment of such matters in the Bible so different from what would ordinarily be the course of a narrator. Ian MacLaren suggests:—

"There was no death so cruel as that of crucifixion, because the prisoner died not from loss of blood nor in a short space of time, but through the lingering agony of open wounds, the arrested circulation at the extremities, the tension of the nervous system, and the oppression of heart and brain. For five long hours Jesus endured this pain of torn nerves, of intense thirst and of racked body and throbbing brain!"

 

SIETE PALABRAS DESDE LA CRUZ// SEVEN WORDS FROM THE CROSS

No es de esperar que alguien en tales condiciones tuviera mucho que decir. Es muy probable, por lo tanto, que las palabras o mensajes grabados de nuestro Señor fueran los únicos que pronunció. Estas palabras representan fielmente algunos de los rasgos más importantes del carácter y las enseñanzas de nuestro Señor.

It is not to be expected that anyone under such conditions would have much to say. It is quite probable, therefore, that the recorded words or messages of our Lord were the only ones he uttered. These words represent faithfully some of the most important features of our Lord's character and teaching.

Lo que generalmente se conoce como la primera de estas palabras desde la cruz se registra en Lucas 23:34. Entonces dijo Jesús: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". No nos cabe la menor duda de que el corazón de nuestro Señor estaba lleno de un espíritu perdonador, pero por varias razones dudamos de que alguna vez pronunciara estas palabras: (1) No se encuentran en los MSS griegos, Codex Vaticanus, No. 1209 (siglo IV), y Codex Alexandrinus (siglo V). (2) Estas palabras no parecerían apropiadas, porque los que eran culpables de la muerte de nuestro Señor no estaban arrepentidos, y nuestro entendimiento es que las Escrituras indican claramente que el arrepentimiento es necesario para el perdón. (3) Los culpables de la muerte de nuestro Señor no creyeron en él ni confiaron en su mérito, y la clara enseñanza de las Escrituras es que el perdón debe ir precedido de la fe. (4) No consta que tuvieran un corazón arrepentido y contrito y que se hubieran apartado del pecado; y la clara enseñanza de la Escritura es que nadie es perdonado si no es en esta actitud de arrepentimiento. (5) Nuestro Señor todavía no había terminado la obra del sacrificio, ni había ascendido al Padre y presentado ese sacrificio aun en favor de los creyentes, y por lo tanto el Padre no estaría preparado para perdonar el pecado. (6) No tenemos evidencia de que el pecado fuera perdonado, pero sí toda evidencia de que la oración de los mismos judíos, "Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos", fue contestada en el tiempo de angustia que vino sobre esa nación, de la cual el Apóstol dice: "La ira ha venido sobre ellos hasta lo sumo" (1 Tesalonicenses 2:16).

What is generally known as the first of these words from the cross is recorded in Luke 23:34. Then said Jesus, "Father, forgive them, for they know not what they do." We have no doubt at all that our Lord's heart was full of a forgiving spirit, but for several reasons we doubt if he ever uttered these words: (1) They are not found in the Greek MSS., Codex Vaticanus, No. 1209 (fourth century), and Codex Alexandrinus (fifth century). (2) These words would not seem to be appropriate, for those who were guilty of our Lord's death were not repentant, and our understanding is that the Scriptures clearly indicate that repentance is necessary to forgiveness. (3) Those who were guilty of our Lord's death did not believe on him nor trust in his merit, and the clear teaching of the Scriptures is that forgiveness must be preceded by faith. (4) It is not recorded that they were of repentant and contrite hearts and that they had turned away from sin; and the clear teaching of the Scripture is that no one is forgiven unless in this attitude of repentance. (5) Our Lord had not yet finished the work of sacrifice, nor had he yet ascended to the Father and presented that sacrifice even on behalf of believers, and hence the Father would not be prepared to forgive the sin. (6) We have no evidence that the sin was forgiven, but every evidence that the prayer of the Jews themselves, "His blood be upon us and upon our children," was answered in the time of trouble which came upon that nation, of which the Apostle says, "Wrath is come upon them to the uttermost."—I Thess. 2:16.

La supuesta segunda palabra de la cruz, "En verdad te digo hoy, que estarás conmigo en el Paraíso "*, es aparentemente auténtica. Fue el mensaje del Señor a uno de los ladrones que confesó su pecado y deseó el favor y la clemencia del Señor cuando viniera a su Reino. Nuestro Señor aún no ha entrado plenamente en su Reino; por lo tanto, aún no ha llegado el momento en que el ladrón deseaba ser recordado. A pesar del día oscuro y del aparente eclipse de la vida y de las esperanzas de nuestro Señor, éste aseguró al penitente que era capaz de responder a su petición y que lo haría. El cumplimiento de esa petición, como muestran las Escrituras, vendrá en el segundo advenimiento de nuestro Señor, cuando tomará su gran poder y restablecerá el Paraíso en la tierra, el Paraíso que se perdió a causa del pecado, pero que fue redimido por la sangre preciosa. Entonces saldrá el ladrón penitente; sí, las Escrituras nos dicen que todos los que están en sus tumbas oirán la voz del Hijo del hombre y saldrán; y esta llamada incluirá también al otro ladrón. Saldrán a las condiciones favorables del Reino Milenial; pero podemos estar seguros de que el penitente tendrá una ventaja sobre el otro y una recompensa especial, también, por ministrar una palabra de consuelo a nuestro Redentor en su hora agonizante.

The reputed second word from the cross, "Verily I say unto you today, thou shalt be with me in Paradise,"* is apparently authentic. It was the Lord's message to one of the robbers who confessed his sin and desired the Lord's favor and clemency when he would come into his Kingdom. Our Lord has not yet fully come into his Kingdom; hence the time has not yet come when the thief desired to be remembered. Notwithstanding the dark day and the apparent eclipse of our Lord's life and hopes, he assured the penitent one that he was able to answer his petition and would do so. The fulfilment of that request, as the Scriptures show, will come at our Lord's second advent, when he shall take his great power and reestablish Paradise in the earth, the Paradise which was lost on account of sin, but which was redeemed by the precious blood. Then the penitent thief will come forth; yea, the Scriptures tell us that all that are in their graves shall hear the voice of the Son of man and shall come forth; and this call will include the other thief also. They will come forth to the favorable conditions of the Millennial Kingdom; but we may be sure that the penitent one will have an advantage over the other and a special reward, too, for ministering a word of comfort to our Redeemer in his dying hour.

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*Nota la puntuación corregida. Ver DAWN-STUDIES, Vol. VI, p.667//*Note corrected punctuation. See DAWN-STUDIES, Vol. VI., p.667

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"¡CONTEMPLA A TU HIJO!" "¡HE AQUÍ A TU MADRE!"// "BEHOLD THY SON!" "BEHOLD THY MOTHER!"

 

María, la madre de nuestro Señor, y Juan, su discípulo amado, evidentemente estaban de pie no lejos de la cruz, sin duda llorando y seguramente afligidos. Pero nuestro Señor, lejos de pensar en sí mismo y en su propia angustia, pensaba en los demás. Así como durante su ministerio se había dedicado a hacer el bien, en la hora de su agonía pensó en el bien, en el bienestar de los demás, y con estas palabras encomendó a su madre al cuidado del discípulo amoroso. ¡Hermosa lección! Cómo nos muestra la inmensidad del corazón y la simpatía de nuestro Señor, y cómo nos enseña a no estar completamente absortos en nuestras propias pruebas y dificultades, grandes y pequeñas, sino más bien a ser portadores de la carga de los demás, permitiendo que nuestras simpatías, nuestros pensamientos y nuestros planes sean activos para la bendición de todos aquellos que en alguna medida están bajo nuestro cuidado en asuntos temporales o espirituales.

Mary, our Lord's mother, and John, his beloved disciple, evidently were standing not far from the cross, doubtless weeping and surely sorrowing. Butour Lord, so far from thinking of himself and his own anguish, was thinking of others. As during his ministry he had gone about doing good, so in his dying hour here he thought of the good, the welfare of others, and in the above words committed his mother to the care of the loving disciple. Beautiful is the lesson! How it shows us the largeness of our Lord's heart and sympathy, and how it teaches us not to be entirely engrossed with our own trials and difficulties, large and small, but rather to be burden-bearers of others, allowing our sympathies, our thoughts and our plans to be active for the blessing of all those who in any measure are under our care in matters temporal or spiritual!

"¡Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado!". Estas palabras se conocen como la cuarta palabra o mensaje de la cruz. Nos marcan la profundidad de la angustia de nuestro Señor. Estaba muriendo como precio de redención del pecador, como sustituto, para que Dios fuera justo y justificador de todos los que creen en Jesús, y para que les concediera a su debido tiempo la resurrección de entre los muertos y el retorno al favor del Padre y a la vida eterna, a todo lo que se perdió en Adán. Para ser nuestro sustituto, debía sufrir en todo lo que nosotros estábamos condenados a sufrir como pecadores. Esto incluía no sólo la pérdida de su vida, sino también la separación de toda comunión con el Padre. Un momento, por así decirlo, bastaría; pero tenía que llegar ese momento de oscuridad, de separación, y podemos comprender fácilmente que éste fue el momento más oscuro de todas las experiencias de nuestro Señor, aún más oscuro que Getsemaní, que no era más que un presagio de esta experiencia. ¡Cuánto nos alegramos de poder ver la filosofía, la razón por la que esta experiencia le llegó a nuestro Señor! Y a medida que nos damos cuenta de esto, que llene más y más nuestros corazones con aprecio por las bendiciones que son nuestras por medio de Cristo; el privilegio de regresar a la comunión y al amor del Padre, de modo que podamos aplicarnos a nosotros mismos las palabras del Maestro: "El Padre mismo os ama." (Juan 16:27) ¡No hay nada en esta palabra agonizante de nuestro Señor que sugiera falta de sinceridad por su parte, y seguramente nada en ella que sugiera la doctrina de la Trinidad! Sin embargo, concuerda perfectamente con todo lo que dijo sobre su relación con el Padre.

"My God, my God, why hast thou forsaken me!" These words are known as the fourth word or message from the cross. They mark to us the depth of our Lord's anguish. He was dying as the sinner's redemption price, as the substitute, in order that God might be just and the justifier of all who believe in Jesus, and that he might grant them in due time a resurrection from the dead and a return to the Father's favor and to eternal life—to all that was lost in Adam. To be our substitute he must in everything suffer all that we were doomed to suffer as sinners. This included not only his loss of life, but also his cutting off from all fellowship with the Father. A moment, as it were, would do; but there must come that moment of darkness, of separation, and we may readily understand that this was the darkest moment in all of our Lord's experiences, still darker than Gethsemane, which was merely a foreshadowing of this experience. How glad we are that we can see the philosophy, the reason why this experience came to our Lord! And as we realize this, may it more and more fill our hearts with appreciation of the blessings which are ours through Christ; the privilege of return to the Father's fellowship and love, so that we can apply to ourselves the Master's words, "The Father himself loveth you." (John 16:27) There is nothing in this dying word of our Lord that would suggest insincerity on his part, and surely nothing in it that would suggest the doctrine of the Trinity! It is in perfect keeping, however, with all that he said on the subject of his relationship to the Father.

La quinta palabra: "Tengo sed". Esta expresión nos recuerda forzosamente varios hechos: (1) Expuesto al calor del sol, apenas cubierto y bajo excitación nerviosa y dolor, la sed debió ser uno de los principales elementos de tortura para el crucificado. (2) Cuando pensamos en el hecho de que nuestro Señor había sido el agente activo de Jehová en la gran obra de la creación de todas las cosas, incluida el agua, la humillación voluntaria del Maestro y su resignación a la sed -sí, a morir en nombre de los rebeldes del reino- es una notable ilustración de su amor por la humanidad. Este grito de sed, se nos dice, fue pronunciado cuando supo que todas las cosas habían sido terminadas, cuando toda la obra que se le había dado para hacer había sido cumplida, y no hasta entonces podría referirse a su propia condición. Incluso este grito cumplía la predicción del Salmo 69:21. Nuestro Señor había rechazado la estupefacción de sus discípulos. Nuestro Señor había rechazado la bebida estupefaciente, pero ahora aceptaba el refrigerio que le daba una esponja elevada a sus labios sobre una caña, probablemente de dos pies y un tercio de largo. Al pensar en este asunto, recordemos que nuestro Señor tuvo hambre y sed para que nosotros, con todos aquellos por quienes murió, pudiéramos tener el agua de la vida y el pan de la vida, para que pudiéramos alcanzar la vida eterna.

The fifth word: "I thirst." This expression calls forcibly to mind several facts: (1) Exposed to the heat of the sun, with but slight covering and under nervous excitement and pain, thirst must have been one of the principal elements of torture to the crucified. (2) When we think of the fact that our Lord had been the active agent of Jehovah in the great work of creation of all things, including water, the Master's voluntary humiliation and resignation to thirst—yea, to die on behalf of the rebels of the realm—is a remarkable illustration of his love for mankind. This cry of thirst, we are told, was uttered when he knew that all things had been finished, when all of the work which had been given him to do had been accomplished—and not until then might he refer to his own condition. Even this cry was in fulfilment of the prediction of Psalm 69:21. Our Lord had refused the stupefying draught, but now accepted the refreshment given him from a sponge lifted to his lips on a reed, probably two and one-third feet long. As we think of this matter let us remember that our Lord hungered and thirsted that we, with all for whom he died, might have the water of life and the bread of life—might attain eternal life!

 

"CONSUMADO ES" ("ESTA TERMINADO")//"IT IS FINISHED"

 

Esta sexta palabra era de triunfo. Había terminado la obra que el Padre le había encomendado; había sido leal de principio a fin, abnegado. Estaba contento, sin duda, de que su carrera terrena hubiera llegado a su fin, contento porque terminaba en victoria y porque esto significaba, en última instancia, la bendición del mundo de la humanidad y su liberación del poder del pecado y de la muerte y del Adversario. Podría decirse, en este sentido de la palabra, que nuestro Señor comenzó su obra cuando abandonó los atrios celestiales y se humilló para tomar la naturaleza humana; y que progresó durante el período en que alcanzó el estado de hombre, treinta años; sin embargo, desde el punto de vista de las Escrituras, la obra que estaba terminada era la obra del sacrificio que comenzó en el Jordán cuando fue bautizado, cuando hizo una consagración completa de sí mismo hasta la muerte. Justo antes de su crucifixión había dicho: "Tengo un bautismo que cumplir y cómo me angustio hasta que esté terminado". Tres años y medio fue el período de su bautismo en la muerte, y ahora había llegado el momento final: "Consumado es."

This sixth word was one of triumph. He had finished the work which the Father had given him to do; he had been loyal from first to last, self-sacrificing. He was glad, surely, that his earthly course was at an end, glad because it ended in victory and because this meant ultimately the blessing of the world of mankind and their release from the power of sin and death and the Adversary. It might be said in this sense of the word that our Lord began his work when he left the heavenly courts and humbled himself to take the human nature; and that it progressed during the period of his attaining manhood's estate, thirty years: however, Scripturally considered, the work that was finished was the work of sacrifice which began at Jordan when he was baptized, when he made a full consecration of himself even unto death. Just before his crucifixion he had said, "I have a baptism to be accomplished and how am I straightened until it be finished." Three and a half years was the period of his baptism into death, and now the final moment had come—"It is finished."

"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Se supone que ésta fue la última palabra, el último acto del ministerio terrenal de nuestro Señor, su broche de oro. ¡Qué oportuno que quien había procurado hacer la voluntad del Padre a toda costa tuviera la absoluta confianza de que en su muerte su espíritu de vida estaría al cuidado y custodia del Padre, y que así se expresara! Y esto debe ser verdad para todos los que son sus seguidores. Habiéndolo entregado todo al Señor, deberíamos apropiarnos tan plenamente de sus bondadosas promesas que no tuviéramos miedo al descender a la muerte. La muerte en el caso de nuestro Señor, sin embargo, debe haber significado mucho más de lo que podría significar para cualquiera de nosotros. No sólo tenemos la seguridad del Señor de una resurrección, sino que tenemos en el propio caso de nuestro Señor una ilustración del poder divino. Fue él quien resucitó a nuestro Señor Jesús de entre los muertos, cuyo poder se ejercerá a través de él para llevarnos a la gloria, el honor y la inmortalidad. Nuestro Señor fue el precursor; nadie antes que él había resucitado de entre los muertos, ni a la perfección de la vida humana ni a la perfección de la naturaleza divina.

"Consumado es."// "It is finished."

"Father, into thy hands I commit my spirit." This is supposed to have been the last word, the last act of our Lord's earthly ministry, its finishing touch. How appropriate that he who had sought to do the Father's will at any cost should have absolute confidence that in his death his spirit of life would be in the Father's care and keeping, and that he should thus express himself! And this should be true of all who are his followers. Having resigned our all to the Lord we should so fully appropriate his gracious promises as to be without fear as we go down into death. Death in our Lord's case, however, must have meant far more than it could possibly mean to any of us. We not only have the Lord's assurance of a resurrection, but we have in our Lord's own case an illustration of the divine power. It was he who raised our Lord Jesus from the dead whose power will be exercised through him in bringing us forth to glory, honor and immortality. Our Lord was the forerunner; none before him had ever been raised from the dead, either to the perfection of human life or to the perfection of the divine nature.

 

CON EL CORAZÓN ROTO LITERALMENTE// BROKEN-HEARTED LITERALLY

San Lucas nos informa de que gritó a gran voz, como testimonio y testigo ante todos los que estaban cerca de su esperanza en Dios y en la resurrección. Algunos escritores modernos consideran el grito como la expresión de un moribundo con el corazón roto, suponiendo que ésta fue la causa inmediata de la muerte de nuestro Señor. Se admite que existe tal cosa como un corazón realmente roto. Podríamos atribuir la causa de esta ruptura a las ignominiosas circunstancias que rodearon la traición, negación, condena, flagelación y crucifixión de nuestro Señor; y sin duda todo ello tendería a deprimir su espíritu. Pero, a nuestro juicio, la causa principal de la ruptura de su corazón fue el dolor mencionado en el cuarto grito, el alejamiento de la comunión divina, la soledad en que se encontraba durante su última hora.

St. Luke informs us that he cried with a loud voice, a testimony and witness to all that were near of his hope in God and in a resurrection. Some modern writers regard the cry as the utterance of one dying of a ruptured heart, the supposition being that this was the immediate cause of our Lord's death. It is admitted that there is such a thing as an actually broken heart. We might attribute the cause of this rupture to the ignominious circumstances surrounding our Lord's betrayal, denial, condemnation, scourging and crucifixion; and no doubt all of these would tend to depress him in spirit. But in our judgment the primary cause of his heart rupture was the grief mentioned in the fourth cry, the withdrawal of divine fellowship, the loneliness which was his during his last hour.

La explicación técnica de las razones para suponer que nuestro Señor murió de una rotura cardíaca se expone así:-.

"El agua sanguinolenta que brotó del costado de Cristo al ser atravesado por la lanza del soldado así lo evidenciaba. La sangre que salía del corazón hacia el pericardio se había separado en coágulos rojos y un suero acuoso. Jesús murió literalmente de un corazón roto".

The technical explanation of the reasons for supposing that our Lord died of a heart rupture is thus stated:—

"The bloody water that burst from Christ's side when pierced by the soldier's spear evidenced this. The blood exuding from the heart into the pericardium had separated into red clots and a water serum. Jesus died literally from a broken heart."

No nos sorprende que, en el orden divino, la naturaleza manifieste simpatía por nuestro Señor mediante la peculiar oscuridad que se apoderó de la tierra en el momento en que Jesús colgaba de la cruz. Un antiguo manuscrito, tratando del tema, dice que "muchos iban con lámparas, y la oscuridad duró hasta que Jesús fue bajado de la cruz". También se menciona un gran terremoto que tuvo lugar en ese momento, en relación con el cual la pesada cortina del Templo, que separaba el Santo del Santísimo, se rasgó de arriba abajo, simbolizando así, como sugiere el Apóstol, que el camino hacia el Santísimo se había manifestado, hecho posible a través del sufrimiento y la muerte de Cristo. Según Marcos, José de Arimatea fue "valientemente" a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Según todos los relatos, debía de ser un personaje noble. Mateo dice que "era un hombre rico"; Lucas dice que era "un hombre bueno y justo... que esperaba el Reino de Dios"; Marcos dice que era un "consejero de estado honorable", es decir, un miembro del Sanedrín. "Cuán difícilmente entrarán en el Reino de los cielos los que tienen riquezas" -dijo Jesús-. Es difícil para ellos, porque tienen mucho más que vencer proporcionalmente que si fueran pobres. Si este José de Arimatea no hubiera sido un hombre rico, probablemente habría sido plenamente seguidor de Jesús. Nos complace, sin embargo, saber que se pudieron decir tantas cosas buenas de él, y que su valor y audacia aumentaron, en vez de disminuir bajo la prueba. ¿No podemos esperar que al final se convirtiera en discípulo y seguidor de los pasos de Jesús en el sentido más pleno? Geike comenta al respecto:-

"No era un asunto liviano el que José había emprendido: porque participar en un entierro en cualquier momento lo contaminaría durante siete días y haría impuro todo lo que tocara (Números 19:11); y hacerlo ahora implicaba una reclusión durante toda la semana de Pascua con todas sus observancias y regocijos sagrados."

It does not surprise us that in the divine order nature is made to manifest a sympathy with our Lord by the peculiar darkness which came over the land at the time Jesus hung on the cross. One ancient MS., treating of the subject, says that "many went about with lamps, and the darkness lasted until Jesus was taken from the cross." A great earthquake is mentioned also as having taken place at this time, in connection with which the heavy curtain of the Temple, separating the Holy from the Most Holy, was torn from the top to the bottom, symbolizing thus, as the Apostle suggests, that the way into the Most Holy was now made manifest, made possible through the suffering and death of Christ. According to Mark, Joseph of Arimathea went "boldly" to Pilate and asked for the body of Jesus. From all accounts he must have been a noble character. Matthew says "he was a rich man"; Luke says, "a good man and a righteous...who was looking for the Kingdom of God"; Mark says he was a "counsellor of honorable estate," that is, a member of the Sanhedrin. "How hardly shall they that have riches enter into the Kingdom of heaven," said Jesus. It is hard for them, because they have much more to overcome proportionately than if they were poor. Had this Joseph of Arimathea not been a rich man he probably would have been fully a follower of Jesus. We are pleased, however, to know that so many good things could be said about him, and that his courage and boldness increased, instead of diminishing under trial. May we not hope that ultimately he became a disciple and footstep follower in the fullest sense? Geike remarks respecting him:—

"It was no light matter Joseph had undertaken: for to take part in a burial at any time would defile him for seven days and make everything unclean which he touched (Num. 19:11); and to do so now involved a seclusion through the whole Passover week with all its holy observances and rejoicings."

¡Cómo fue honrada la tumba natural y labrada de José con el entierro del Maestro en ella!

How Joseph's natural, hewn tomb was honored by the Master's burial therein!

Con placer encontramos a Nicodemo, otro rico e influyente gobernante de los judíos, asociado con José en el cuidado del cuerpo de nuestro Señor. Podemos estar seguros de que estos hombres recibieron de manos del Señor una bendición especial por el valor y el celo que mostraron en esta ocasión. Podemos estar seguros de que aquellos que son tan temerosos como para contenerse cuando se les ofrecen oportunidades de servir al Señor, es poco probable que sean aprobados por el Maestro y, por lo tanto, es poco probable que obtengan la gran recompensa que él está ofreciendo ahora a los vencedores. Para nosotros, la lección de todo esto es ser valientes por lo correcto, por la verdad, por el Señor, por los hermanos, cueste lo que cueste. De hecho, cuanto más nos cueste nuestro valor y fidelidad a los privilegios y oportunidades, mayor será nuestra recompensa, tanto en la vida presente como en la venidera. Esta es la tercera mención que tenemos de Nicodemo en relación con el ministerio de nuestro Señor. Primero visitó a Jesús de noche, como se registra en Juan 3. En segundo lugar, se interpuso cautelosamente en favor de Jesús cuando se intentó apoderarse del Señor, como se registra en Juan 7:44-52. Y ahora, como alguien sugiere, "mejoró una última oportunidad de servicio con el amargo consuelo de haber fracasado donde podría haber hecho mucho". Era un hombre rico y trajo cien libras romanas (67 libras de nuestro peso) de mirra, resina y palo de aloe machacado, aromático y conservante, supuestamente utilizado por los judíos para envolver a los muertos. Una lección para nosotros es que no debemos contentarnos con la neutralidad en relación con la verdad y su servicio. Debemos ser positivos en la medida de lo posible; debemos tomar partido por la rectitud y actuar con nuestra fuerza en favor de la causa del Señor y de los hermanos del Señor; al tiempo que utilizamos la sabiduría y la discreción, debemos ser valientes. Debemos llevar nuestras flores para alegrar y consolar en vida y no esperar a que la muerte impida apreciarlas.

With pleasure we find Nicodemus, another wealthy and influential ruler of the Jews, associated with Joseph in caring for our Lord's body. We may be sure that these men received at the hands of the Lord special blessing because of the courage and zeal which they exhibited on this occasion. We may be sure that those who are so fearful as to hold back when opportunities are offered for service to the Lord are unlikely to be approved of the Master and unlikely, therefore, to gain the great reward which he is now offering to victors. To us the lesson in all this is to be bold for the right, for the truth, for the Lord, for the brethren—at any cost. Indeed, the more our courage and faithfulness to privilege and opportunity may cost us, the greater will be our reward, both in the present life and in that which is to come. This is the third mention we have of Nicodemus in connection with our Lord's ministry. First he visited Jesus by night, as recorded in John 3. Second, he cautiously interposed on Jesus' behalf when an attempt was made to seize the Lord, as recorded in John 7:44-52. And now, as someone suggests, he "improved a last opportunity for service with the bitter consolation of having failed where he might have done much." He was a rich man and brought an hundred Roman pounds (67 lbs. our weight) of myrrh, resin and pounded aloe wood, aromatic and preservative, supposedly used by the Jews in wrapping up the dead. A lesson for us is that we should not be content with neutrality in connection with the truth and its service. We should be positive as far as possible; we should take our stand for righteousness and do with our might on behalf of the Lord's cause and the Lord's brethren; while using wisdom and discretion, we should nevertheless be courageous. We should bring our flowers to cheer and comfort in life and not wait until death has prevented an appreciation of these.

Newman Hall sugiere:-

"¡El Gólgota! Hay una leyenda que dice que era el centro mismo de la superficie terrestre, el punto medio del globo habitable. No pensamos nada de la leyenda, pero sí mucho de la verdad que sugiere, pues la cruz de Cristo es el verdadero centro de la Iglesia donde se reúnen todos los creyentes, de todas las tribus y naciones."

Newman Hall suggests:—

"Golgotha! There is a legend that it was the very center of the earth's surface, the middle point of the habitable globe. We think nothing of the legend, but very much of the truth which it suggests, for the cross of Christ is the true center of the Church where all believers meet, of all tribes and nations."

Otro dice:-

"¿Cómo nos atreveremos, con la cruz a la vista, a disponer de nuestras vidas para la bendición y la complacencia propias? ¿Cómo haremos de la posesión de los honores de este mundo, de sus riquezas, o de su favor o de sus altos puestos, el fin principal y el alcance de nuestras vidas, sin tomar parte en los sufrimientos de Cristo, eligiendo siempre la fiesta y nunca el ayuno?

Another says:—

"How shall we dare, with the cross in our view, to lay out our lives for self-blessing and self-indulgence? How shall we make the possession of this world's honors, its wealth, or its favor or its high places, the main end and scope of our lives? taking no part in the sufferings of Christ, choosing ever the feast and never the fast?"

Phillips Brooks escribió:-

"Tienes tu cruz, amigo mío. Hay dolor en el deber que cumples. Pero si en todo tu dolor sabes que el amor de Dios se está convirtiendo en una verdad más querida y más clara para ti, entonces puedes triunfar en cada sacrificio. Tu cruz ha ganado algo de la gloria y belleza de la de tu Señor. Gozaos y alegraos, porque estáis crucificados con Cristo". 

Phillips Brooks wrote:—

"You have your cross, my friend. There is pain in the duty which you do. But if in all your pain you know that God's love is becoming a dearer and a plainer truth to you, then you can triumph in every sacrifice. Your cross has won something of the glory and beauty of your Lord's. Rejoice and be glad, for you are crucified with Christ."

 

NUESTRO TEXTO DE ORO// OUR GOLDEN TEXT

Al concluir esta lección recordemos las importantes verdades de su Texto de Oro: "Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras". No murió porque la muerte fuera natural, porque fuera pecador como los demás hombres, ni para mostrarnos cómo morir; murió por nuestros pecados, a causa de nuestros pecados; porque la pena de nuestros pecados era una pena de muerte, y porque debemos ser redimidos para tener alguna vida futura en cualquier plano. Por lo tanto:-

"En la cruz de Cristo nos gloriamos,

que se eleva sobre los restos del tiempo;

Toda la luz de la historia sagrada

En torno a su cabeza sublime".

R4171 

In closing this lesson let us remember the important truths of its Golden Text, "Christ died for our sins according to the Scriptures." He did not die because death was natural, because he was sinful like other men, nor to show us how to die; he died for our sins, because of our sins; because the penalty of our sins was a death penalty, and because we must be redeemed in order to have any future life on any plane. Hence:—

"In the cross of Christ we glory,

Towering o'er the wrecks of time;

All the light of sacred story

Gathers round its head sublime."

R4171 

 

 


"Christ died for our sins according to the Scriptures."

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